La pandemia del nuevo coronavirus ha afectado a marcas e influencers. La lucha contra el coronavirus trajo la necesidad de informar a la población. Además de estimular la cuarentena para quienes pudieran quedarse en casa. Creció la importancia de abordar una variedad de otros temas, desde cuestiones financieras hasta la salud mental.
De esta forma, las empresas quieren asociar sus imágenes con influencers capaces de crear contenido relevante. Este contenido debe estar vinculado a una causa, no simplemente a la venta de productos.
Uno de los casos más llamativos de esta transformación fue la “cancelación” —jerga utilizada en redes para designar un boicot— de la influencer Gabriela Pugliesi. Una de las voces líderes en la industria del bienestar, fue una de las primeras celebridades en contraer covid-19. Tiempos después de ser curada, publicó fotos de un encuentro con amigos en medio de la pandemia.
Al mismo tiempo, cada vez es mayor la frecuencia de campañas publicitarias con influencers que defienden una causa o que fomentan debates más relevantes.
Con una audiencia fiel y comprometida, el influencer es quien empieza a repartir las cartas en la publicidad. Él es quien define cómo crear algo para su comunidad.
Los próximos meses los dedicaremos a observar al público, las marcas y los propios influencers. Sin embargo, incluso si las compras vuelven al nivel anterior, el consumo desenfrenado no debería reflejarse en el contenido de los creadores.
fuente: Examen.
