Una de las mayores dificultades a las que se enfrentan la mayoría de los niños autistas es la educación escolar.
Ya sea por razones de retrasos en el desarrollo o incluso la interacción con otros niños. A menudo, la propia escuela no está lo suficientemente preparada para hacer frente a esta situación. Por lo tanto, los investigadores desarrollaron el "Kiwi", un robot que asiste en el aprendizaje personalizado de los niños autistas.
El experimento:
El equipo de la Universidad del Sur de California realizó el experimento del "robot asistente social" en los hogares de 17 niños autistas durante un mes. los niños fueron desafiados con juegos de matemáticas o temas especiales a través de una tableta. Después de la tarea, "Kiwi" proporcionó comentarios e instrucciones. Al pasar las lecciones, las dificultades de las tareas se ajustaron según las necesidades del niño y el robot se ajustó a través de algoritmos. Para adaptarlos, el dispositivo utilizó el aprendizaje automático.
Después de un mes de experimentación, el robot tuvo una precisión del 90 % al detectar el interés del niño. En general, el 92 % de los participantes tuvo avances positivos en la capacidad social.
Un robot capaz de ayudar y reaccionar ante el comportamiento de cada niño individual fue uno de los principales focos del estudio, algo que es difícil para la mayoría de los sistemas robóticos.
Shomik Jain, autor principal del estudio, afirmó: “Es un proceso bidireccional y esto no sucede con los sistemas robóticos actuales. Este estudio tiene como objetivo hacer que los robots sean más inteligentes. Con el tiempo, comprenderán el comportamiento del niño y responderán en tiempo real". Además, este método parece ser más eficiente que la atención humana. Bueno, entre todo no depende de lugares ni horarios programados.
La inteligencia artificial no debe reemplazar el tratamiento con médicos humanos
En conclusión, Alena Buyx, profesora de Ética en Medicina y Tecnologías, opina que “los métodos con inteligencia artificial no pueden ni deben utilizarse como sustitutos más económicos del tratamiento con médicos humanos”. Por el contrario, Kartik Mahajan, coautor del estudio, estuvo de acuerdo, pero dijo que los terapeutas humanos no siempre están disponibles o accesibles para las familias.
