Brasil ocupa el primer lugar en muertes de enfermeros por Covid-19. Una alternativa, además de las precauciones indicadas por la OMS, es la inteligencia artificial.
Seis investigadores del Laboratorio de Robótica Móvil del Instituto de Ciencias Matemáticas y Computación (ICMC) de la USP, en São Carlos (SP), crearon el prototipo de un robot autónomo que sirve para ayudar a los profesionales de la salud sobrecargados de trabajo por cuenta de la pandemia provocada por el coronavirus. El robot apoyará la distribución de medicamentos y alimentos a los pacientes enfermos en los hospitales y, con ello, además de reducir la carga de trabajo, también se reducirá el contacto entre los profesionales sanitarios y las personas con Covid-19.
Lo primero que debe hacer el robot es mapear el entorno en el que viajará, en teoría solo una vez. Luego sigue el camino que luego realizará de forma autónoma, recopilando datos del entorno, utilizando sensores y construyendo un mapa del lugar. Después de crear este mapa, el robot debe poder identificar en qué posición del mapa se encuentra, estableciendo una relación entre lo que capturan los sensores (lo que ve el robot) y lo que reconoce del entorno (mapa). Dado que el robot puede ubicarse en este mapa, es posible elegir cualquier punto del entorno y el robot podrá trazar una ruta para llegar al punto elegido, respetando las áreas que no son navegables.
El grupo está buscando socios especializados en salud, que puedan ayudar al equipo a comprender mejor la demanda de quienes están en la primera línea de la lucha contra el coronavirus y ajustar el proyecto. Dicen que lo ideal sería un socio que pudiera tanto ponerlos en contacto con hospitales como invertir en ensamblar más robots. Como son todos del área informática, necesitan personas con otras habilidades para presentar el proyecto a los inversores y cualquier otra persona que pueda ayudar.
La estimación es que, con todos los recursos disponibles, se necesitarían unos dos meses de trabajo para tener listo un prototipo funcional.
El costo unitario de la primera versión del robot rondaba los R$ 17, considerando las piezas utilizadas para la construcción del chasis, que es la base del equipo, los sensores y el carenado, que es la parte colocada encima de la base, y puede ser una superficie plana o un cofre de almacenamiento. A gran escala, este costo ciertamente se reduciría significativamente.
fuente: UOL
